La amnistía fiscal, a las buenas… o a las malas

Al Gobierno no le ha salido muy bien una de sus medidas tributarias "estrella": la amnistía fiscal. Los datos de los contribuyentes que se han acogido a la misma, y del dinero que ha aflorado son alarmantemente bajos, sobre todo si se los compara con las previsiones del Ejecutivo. Por ello, cuando penas queda mes y medio para que finalice el plazo para acogerse a la amnistía, Hacienda ha lanzado una última ofensiva para salvar su medida estrella. Toca acogerse a la amnistía a las buenas... o a las malas.

En efecto, nos llegar rumores de que Hacienda está mandando requerimientos a determinados contribuyentes, exigiéndoles "información sobre bienes no declarados que tuviera hasta el 31 de diciembre de 2010", que es precisamente, el marco temporal a que se refiere la amnistía fiscal. No sabemos si Hacienda selecciona de alguna forma a los contribuyentes a los que dirige los requerimientos, cuando sospecha que puedan tener bienes o rentas ocultos en el extranjero, o cuando considera que han podido generar dinero negro, o simplemente está dirigiendo sus requerimientos de forma masiva a multitud de contribuyentes, con un automatismo que le es muy propio.

Entendemos que los citados requerimientos se realizarán al amparo del artículo 30 del Real Decreto 1065/2007, no suponiendo por tanto la iniciación de procedimiento de comprobación o investigación alguno, circunstancia que impediría al contribuyente acogerse a la amnistía fiscal por los bienes que fueran objeto del citado procedimiento.

Pero lo cierto es que para el contribuyente el efecto coactivo es indudable. De hecho se trata de un aviso, una advertencia que le lanza Hacienda, de que está tras su pista. En esas circunstancias, acogerse a la amnistía puede resultar casi una bendición, una oportunidad que no hay que dejar pasar. Ya ve como una simple carta de Hacienda puede hacer que el contribuyente vea blanco, lo que antes veía negro.

En cualquier caso, estas coacciones de Hacienda no deben hacer olvidar al contribuyente las enormes dudas e incertidumbres que genera la amnistía fiscal. Por ello, aún seguimos planteándonos si debe el contribuyente fiarse de Hacienda y su amnistía fiscal. Y a día de hoy, no es fácil responder a esta pregunta.