Dele un portazo Hacienda: Su domicilio es inviolable

Dele un portazo a Hacienda: Su domicilio es inviolable

Cuando la Inspección de Hacienda llama a su puerta es razonable que usted se plantee, ¿tengo que dejarle entrar?, ¿puedo negarme?, ¿qué pasa si les impido el acceso?

 

Lo primero que debe saber todo contribuyente es que su domicilio es inviolable. Si es persona física, será su domicilio particular. Si es persona jurídica, será aquel desde el que ejerce la dirección de su empresa, la toma de decisiones, o donde custodie la documentación de la vida de la sociedad.

 

Y en dicho domicilio, inviolable y protegido por la Constitución Española, no puede entrar nadie sin el consentimiento de su titular. La Inspección, debe por tanto recabar dicho consentimiento, y en caso de no obtenerlo, deberá solicitar una orden judicial. Solo en los casos de flagrante delito se le permite la entrada sin orden judicial.

 

Además, tratándose de una persona jurídica, el consentimiento debe prestarlo el titular de la sociedad, no un simple empleado, aun cuando tuviera un cargo de responsabilidad en la empresa. Por tanto aunque un empleado autorice al inspector a entrar en la empresa, dicho consentimiento no será válido, ni las actuaciones inspectoras realizadas, ya que no ha sido prestado por el titular de la sociedad.

 

Por tanto defienda sus derechos, la Constitución y los Tribunales le amparan. No deje entrar sin orden judicial a la Inspección en su domicilio, ya sea el particular o el social, aunque dicha negativa pueda generar tensión. Con el tiempo seguro que agradecerá haber plantado cara a Hacienda, evitando así que pueda intervenir a su antojo toda la información y documentación que a usted pueda comprometerle.

 

En todo caso, ante dicha tesitura, no dude en consultarnos para que podamos asesorarle debidamente.